La lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus) es una especie que puede alcanzar los 23 cm incluyendo la cola, y hasta 8 cm desde la cabeza la cloaca. Su cabeza es grande, lo que unido a su longitud puede hacernos pensar que se tratase de una cría de lagarto, si bien su coloración no es igual.
Se trata de una especie adaptada a los terrenos arenosos y de vegetación escasa.
Presenta en los dedos escamas imbricadas (superpuestas) de forma que consiguen una mayor sustentación en la arena o terrenos con facilidad para disgregarse.
Es más activa durante las horas centrales del día, momento en el que aprovecha para salir a cazar pequeños insectos que son la base de su dieta, aunque en primavera y verano también pueden ingerir vegetales. Se sabe que puede incluso practicar el canibalismo.
Durante los meses de invierno generalmente se retira a sus madrigueras para evitar el frío.
Se desplaza de forma rápida, levantando la cola de forma característica y buscando la sombra de algún matorral si se siente amenazada. En carrera puede alcanzar casi los 3 metros por segundo. Si es seguida realiza carreras rápidas y cortas, realizando paradas para comprobar la distancia y posición de su perseguidor.
Alcanza la madurez sexual en torno al año y medio, produciéndose las cópulas entre abril y junio. La puesta varía entre 1 y 8 huevos que eclosionan a los 70 días. En ocasiones, en las zonas más cálidas realizan dos puestas anuales.
Habita en el centro y sur de la Península Ibérica y en el norte de Marruecos y Argelia.
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