Si hablamos de un bosque, no podemos pasar por alto la omnipresente ardilla (Sciurus vulgaris).
En Sierra Espuña está presente una subespecie endémica, Sciurus vulgaris hoffmanni, descubierta en 1967 por el investigador Jose Antonio Valverde. Se diferencia de la ardilla común en que no presenta fases de coloración y el blanco de la zona ventral es más amplio que en otras subespecies. Al margen de esta diferenciación superficial existen estudios moleculares que determinan la subespecie.
Una ardilla en Sierra Espuña, en invierno. |
Se trata de una ardilla de tamaño grande. Mide entre 20 y 28 cm el cuerpo y la cola entre 14 y 24 cm. Su peso oscila entre los 230 y los 280 gramos. Tiene 4 dedos en las patas anteriores y 5 en las posteriores. Durante el invierno le crecen unos penachos de pelo en los extremos de las orejas, como es el caso de la fotografía. En verano esos penachos desaparecen.
Se alimenta básicamente de piñones, bellotas y otros frutos silvestres. Dada la proximidad de áreas agrícolas al Parque Natural de Sierra Espuña, también se alimenta de frutos secos cultivados como nueces y almendras. En raras ocasiones puede consumir insectos e incluso huevos. Podemos adivinar si una piña ha sido comida por una ardilla ya que presenta una forma característica: roe toda la piña, dejando un eje central y unos pocos restos de las "escamas" que forma la piña en su extremo distal. En el último enlace que facilitamos se pueden observar fotos al respecto.
Es un animal de hábitos diurnos, si bien durante el verano muestra casi toda su actividad en las primeras horas del día, evitando las horas de más calor. Al contrario de lo que se piensa no hiberna, sino que se mantiene activa en los meses fríos consumiendo las reservas que ha guardado durante todo el año.
Generalmente habita en los árboles, donde construye sus nidos. Estos tienen forma esférica, construidos con ramas, musgo, hojas, corteza de árboles e incluso pelo o lana de otros animales.
Puede tener uno o dos partos anuales, naciendo generalmente 3 o 4 crías en cada uno aunque excepcionalmente pueden nacer hasta seis.
Rara vez se la puede observar en el suelo a menos que esté buscando alimento. Es de carácter esquivo y huidizo y si es observada en el tronco de un árbol no tardará en colocarse tras él, quedando oculta a nuestra vista.
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